A lo mejor has llegado aquí de casualidad o porque llegaste a nuestro sitio web, te llamó la atención nuestra visión acerca de la agilidad y quieres saber más sobre lo que hacemos, pero, sobre todo, te interesa saber cómo lo hacemos.
En todo caso, el que estés aquí, nos dice que quieres seguir aprendiendo de la agilidad tanto como nosotros, por eso te invitamos a recorrer juntos la Ruta Ágil.
Pero ¿Qué es la Ruta Ágil?
Antes de decirte lo que significa para nosotros la Ruta Ágil, me gustaría contarte una historia.
Érase una vez...
Un Project Manager (PM) que tenía 3 años trabajando en un proyecto de software, en el que faltaba muy poco para terminar lo que estaba planificado. Millones de dólares y horas de trabajo se habían invertido, un equipo de lujo se había formado, personas se habían capacitado, equipos tecnológicos se habían comprado, sudor y lágrimas se habían derramado, pero hasta el momento todo parecía haber valido la pena, porque el sistema estaba a punto de salir a producción.
Todo estaba listo para lanzar el proyecto, el sistema que se había desarrollado había pasado todas las pruebas de los usuarios y sólo quedaba darle al switch de "On" en producción.
Pero de repente, ya no.
El mercado había cambiado, las necesidades de los usuarios ya no era la misma, la tecnología había evolucionado, los que habían decidido qué construir ya no estaban en la organización y las nuevas personas a cargo no estaban satisfechos con lo que se había decidido 3 años atrás. Simplemente se decidió, cancelar el proyecto desechando todo lo que se había construido para arrancar todo desde cero (0) nuevamente, considerando las necesidades y tecnologías actuales.
Aquel PM, quedó decepcionado, 3 años de su trabajo desechados así sin más, en ese momento se preguntó,
¿acaso no existe una mejor forma de hacer las cosas dónde no exista tantos desperdicios, de tiempo, dinero, esfuerzo y trabajo?
En la búsqueda de la respuesta a esa pregunta, el PM se topó con el concepto de agilidad, encontró mucha información sobre Scrum, Kanban, Lean una infinidad de conceptos, prácticas, herramientas, cursos y certificaciones, pero de tanta información quedó abrumado y no supo por dónde empezar hasta que conoció la Ruta Ágil de the Agile Institute.
Cualquier parecido...
Sí, es una historia real y me pasó a mí. El PM era yo y pasé mucho tiempo intentando encontrar la respuesta a esa pregunta que me hice en aquel momento:
¿acaso no existe una mejor forma de hacer las cosas dónde no exista tantos desperdicios, de tiempo, dinero, esfuerzo y trabajo?
No es el propósito de este post, contar todo lo que viví hasta encontrar la respuesta (si es que la he encontrado ya), sin embargo, si te puedo decir, que me ha tomado mucho tiempo, probablemente más de lo necesario, al no contar con una guía, un mentor o alguien que me guiara y acompañara durante el proceso de descubrimiento, aprendizaje y transformación al que nos enfrentamos cuando decidimos adentrarnos en el mundo de la agilidad.
Sin embargo...
A pesar de que es mi propia historia, es probable que la misma se repita muy a menudo, detalles más, detalles menos, cuando una persona siente el deseo de conocer y aprender sobre la agilidad.
Lo malo es, que, en ese momento, quienes ven la agilidad sólo como un negocio, se aprovechan de esta hambre de conocimiento y aprendizaje que tienen estos potenciales agilistas y les venden cursos carísimos, "certificaciones" y frameworks, que no transmiten la esencia de la agilidad, creando "Robots ágiles" que entran al mercado y que a pesar de sus buenas intenciones terminan haciendo más daños que brindando beneficios al ecosistema ágil y a las organizaciones. Simplemente porque creyeron a esos "profesionales de la agilidad" que al final su intención no es enseñar y ayudar, si no facturar.
...su intención no es enseñar y ayudar, si no facturar.
Es muy común encontrar organizaciones que han dejado de creer que la agilidad puede llevarlos por el buen camino, o que la agilidad realmente puede ayudarles a encontrar una mejor forma de trabajar. Escuchas comentarios como "La agilidad no sirve, es una pérdida de tiempo", "La agilidad es una nueva forma de controlar a las personas", "Ser ágiles sale muy caro", etc. etc. etc.
Caminando la ruta
Esto es lo que queremos contrarrestar con nuestra Ruta Ágil, queremos enseñar de que trata la agilidad, pero no con cursos y certificaciones impuestas por el mercado como necesarias. Queremos que cada individuo y cada organización, entienda sus propias necesidades y marque su propio camino de aprendizaje y transformación. Pero, sobre todo, que aprendan y entiendan como aplicar todo ese conocimiento, técnicas y herramientas en la vida real, como se dice popularmente, en las trincheras.
Algo que no enseñan estas entidades "certificadoras", y no lo hacen porque no les conviene, es que no todos los caminos hacia la agilidad son iguales, y que de la misma forma que no a todas las personas les queda la misma talla de ropa, un sólo método, metodología o framework no es la respuesta para resolver los problemas de todas las organizaciones.
... no a todas las personas les queda la misma talla de ropa, un sólo método, metodología o framework no es la respuesta ...
Cuando caminas en nuestra Ruta Ágil, es como cuando entras en una tienda de ropa en busca de ese outfit que te haga destacar. En ese momento eres tú quién conoce el evento, fiesta o la ocasión especial para la que te quieres vestir, quién decide que ropa te queda mejor.
Nosotros sólo somos los dependientes que te ayudaremos a encontrar dónde está el tipo de prenda que buscas o a encontrar la talla de ropa que te queda mejor en el caso de que tu no la puedas encontrar, puede ser que seas autosuficiente y la encuentres por ti mismo, pero estamos allí para ayudarte y guiarte cuando lo necesitas.
Te invitamos a ser parte de este recorrido de conocimiento, aprendizaje y transformación.
Bienvenido a la Ruta Ágil.